Natxo, 27, periodista

Hay vida más allá del chotis

Conozco a Natxo desde hace muchos años y ambos compartimos recuerdos con un denominador común: que casi todos han sido con un concierto de por medio. Natxo trabaja como periodista de moda pero también como periodista musical, por lo que es inevitable que le pregunte por el estado de los conciertos en Madrid y parte de su futuro cultural.

– ¿Siempre has vivido por Chamberí?
-No… lo cierto es que me crié por la zona de la Vaguada, unos edificios nuevos con sus jardines y demás, luego me fuí a Segovia, luego volví a Madrid, viviendo ya en Chamberí… y ahora me he vuelto a ir hacia Valdezarza.

-…pero tú te sientes madrileño.
-Sí, si me fuese a vivir a cualquier sitio me sentiría madrileño más que otra cosa, es mi ciudad y es algo impresionante.

-Y sobre barrios, ¿sientes más Chamberí como tu barrio?
-Lo cierto es que yo soy bastante pocos de barrio, me gusta Madrid en su conjunto y me daría igual vivir en Serrano, Chamberí o Valdezarza, que es tranquilito…

-¿Un periodista viviendo en una zona tranquila y no en el centro, en medio de la actualidad?
– No creas, con el metro te apañas bastante bien y te ahorras bastante de alquiler, aparte de la tranquilidad que da vivir en un barrio así. Las casas del centro son bastante malas en comparación con la casa que yo tengo ahora, una casa así en el centro sería inasequible para mí. También es cierto que ahora también voy a muchos menos conciertos, así que tampoco necesito vivir en el centro todo el rato. Para mí lo mejor de los conciertos son las cañas de antes y después. Creo que en definitiva son opciones que tomas y maneras de ver la vida.

-¿Qué conciertos recuerdas como conciertos inolvidables en Madrid?
-Recuerdo un concierto de los Who, creo que en el Palacio de los Deportes en 2007…

-Con lo mal que se escucha a veces en el Palacio de los Deportes.
-Sí, es cierto, pero este concierto sonó increíblemente bien, recuerdo conciertos malos allí como uno de Arcade Fire, pero en el de los Who estaba en la grada y fue brutal, Roger Daltrey estaría como por los 60 años, así que recuerdas la letra de My Generation y cuando lo ves salir, cantando mejor que cualquier cantante de estas bandas noveles…fue brutal.

-Mucha gente que viene de fuera a Madrid agradece mucho más los conciertos en salas pequeñas, donde puedes ver a bandas conocidas que no suelen tocar en bares o salas así de pequeñas, ¿te ha pasado también?
Conciertos así recuerdo el de Elíades Ochoa en Clamores en 2008, fue brutal. No había mucha gente, algunos estábamos de pie y supo transmitir un ritmo impresionante.

-Entiendo que al vivir en Chamberí habrás tenido la oportunidad de vivir muchos conciertos, ya no solo en Clamores, sino en otras salas del barrio como la Galileo…
-En Galileo recuerdo uno muy muy bueno de Astrud, creo que fue unos meses antes de su disco en acústico y lo recordaré como un concierto inolvidable por la calidad y particularidad de ellos como artistas. Es una de mis salas favoritas en Madrid. Pero también recuerdo conciertos en otras salas, como Beck en La Riviera: soy muy fan y lo recuerdo haber vivido allí solo en primera fila, son de esos momentos inolvidables en Madrid. Y también en La Riviera recuerdo increíbles a Sonic Youth hace un tiempo, recuerdo que hicieron dos días y yo asistí al primero, estaban agotadas pero estuve a punto de volver el segundo día. Recuerdo también como inolvidables un concierto de M.I.A. en La Riviera en 2010, Single en Sol, Wayne Shorter en un festival de jazz, Joaquín Pascual en el Costello, Jerry Lee Lewis, Paquito D’Rivera y Chano, Brighton 64…

-¿Cuál ha sido el concierto más raro que hayas vivido en Madrid?
-Pues creo que lo tengo también bastante claro: fue uno de gospel, que creo se sigue haciendo anualmente en el Teatro Fernando Fernán Gómez, que ya no sé cómo se llama gracias al ayuntamiento de Madrid pero que yo le sigo llamando así, a ese teatro que está en Colón. Era un festival de gospel con un coro increíble, la gente divirtiéndose como nunca y viviéndolo como nunca: subió una señora de 80 años al escenario con una energía increíble, fue raro e inolvidable a la vez.

-¿Crees que a Madrid le faltan los grandes festivales? Tiene el DCode pero tenía el Festimad, Summercase…
-Sí, le faltan festivales grandes, pero si no hay ahora mismo es porque alguien no lo ve viable, por ejemplo el Rock in Río no lo han vuelto a hacer. El Dcode recortó cartel de dos días a un día y no ha triunfado tampoco especialmente. El Summercase terminó con problemas financieros y alguna polémica con el dinero de por medio, creo que con algún político y todo un poco turbio.

-Igual es que a Madrid no se le puede pedir más que los megaconciertos del Palacio de los Deportes y los estadios de fútbol en verano…
-Yo confío en que la gente que está en el tema habrán hecho sus estudios de mercado y no habrán visto oportunidades. Para seis millones de personas, difícil que no sea rentable, el BBK en Bilbao o el Primavera o Sonar con menos habitantes han logrado posicionarse muy bien. Pero pasa un poco como con las exposiciones: tenemos museos de arte increíbles pero al final siempre triunfan las mismas exposiciones populares como las de Dalí.

-Y 8 apellidos vascos es la película más taquillera en la historia de España.
-Ya. Pero creo que el cine va por otra parte, creo que en Madrid hay una red de museos y exposiciones temporales muy interesantes. Cuando todos estos tienen a Francis Bacon y un catálogo de nombres alternativos bastante interesantes, al final el que triunfa es Dalí y hacer caja. Lo que falla de Madrid es la comunicación, podemos tener las mejores calles del mundo como ésta pero sin comunicarse parece que tenemos una ciudad normal y corriente. No creo que un festival sea rentable a corto plazo, con la mentalidad que se tiene es difícil que salga algo.

-Igual es que Madrid es la ciudad para irse de cañas y Barcelona es la ciudad para irse de conciertos.
-Es cierto, Barcelona no es ciudad para irse de cañas, empezando porque no te ponen pincho, en la última vez que estuve a las cuatro de la tarde tras ciertas cañas estábamos más bien regular por ello, es horrible. No obstante, en Madrid las cervezas no bajan de cinco euros en las salas de conciertos, por éso es importante irse de cañas antes, nunca durante.

-Y con esta tradición, ¿cuál sería tu Top 3 de bares para irse de cañas en Madrid?
-Difícil decisión, probablemente La Mina en Chamberí sería uno, porque es muy típico, el Cangrejero en la calle Amaniel sería el segundo, con ese silencio cortante que siempre respiras al entrar y el respeto que hay por el dueño; ahí descubrí la cerveza Cibeles, con el dueño advirtiéndome de que era una cerveza turbia. El tercero sería la Ardosa, en Malasaña también, con la cerveza checa que tienen que es increíble.

Cuestionario

Dónde comer en Madrid: El Pizzaiolo, tiene unas calzone increíbles.

Dónde disfrutar de Madrid: La Gran Vía cuando está llena en Navidad, sintiéndote parte de la masa, para mí eso es Madrid.

Dónde desconectar de Madrid: La Dehesa de la Villa, probablemente.

Un barrio de Madrid: Chamberí, pero solo su zona residencial y sin tiendas, tranquila donde no hay nada, con aceras anchas y sin ruído. A un paso del centro pero lejos de él.

Un consejo a alguien que no conoce Madrid: Que venga. Si no conoces Madrid tienes muchos prejuicios probablemente, que se te borrarán al venir, enseguida conocerás a mucha gente y muchos sitios que merecen la pena. Hay que venir y recorrerlo andando: una vez con mi chica fuimos andando desde el Capricho de Osuna hasta Valdezarza, cruzando cientos de zonas distintas de Madrid: el Bernabéu, la calle Serrano, zonas más residenciales, zonas más marginadas…hay partes de Arturo Soria que no tienen nada que envidiar a La Moraleja. Para mí eso es Madrid.

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